Señor, le seguiré dondequiera que vaya.

Las comunidades de Seguimi suelen estar formadas por tres o más personas que, respondiendo a una llamada del Señor, quieren vivir plenamente el Amor que no conoce fronteras y se entrega con el corazón abierto, convirtiéndose así en testigos del modo de amar de Dios.
En las comunidades de Seguimi, en un estilo familiar compartes todo lo que tienes y eres, tratando de crear verdaderas relaciones basadas en la autenticidad de tu persona. Compartir lo que cada uno es con sus propias heridas y fortalezas, y la fe en Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, vivido en los acontecimientos de cada día, son el eje de la vida cotidiana hecha de cansancio y contradicciones pero también de alegría, plenitud y amor. . De la vida de relación, de la fe de cada uno, de la atención a lo que nos rodea, nacen las iniciativas que cada comunidad propone a las personas y al contexto social en el que se inserta. Es de especial importancia el ámbito profesional de cada miembro, un lugar privilegiado para vivir nuestro laicismo e inmersión en el mundo.
Entre las comunidades hay algunas dedicadas al conocimiento del Grupo (comunidades educativas), donde las personas en investigación pueden vivir experiencias de breves períodos, ser ayudadas a comprender su vocación y luego dar los primeros pasos en la profundización del célibe y la elección comunitaria.